lunes, 14 de enero de 2008

Fuego y Fervor


El fuego consumía lentamente el último vértice de su cédula de identidad. Las llamas lamían despacio su nombre: "Miguel". La foto que jamás le hizo justicia, porque se la había sacado dos días después de que le extranjeron la muela del juicio, también se iba con el fuego y su implacable método de eliminación. Era lo último que quedaba. No habría más gritos estrangulando sus sueños, ni recuerdos de esa mujer. Tampoco los ruidos de la ciudad, ni el chirrido del viejo ascensor. A partir de ahora sería otro. Había elegido un nombre. Otro ropero. No más grises ni azules. Ahora se vestiría de verde pistacho, malva y celeste. Llevaría el pelo muy corto, arrojaría lejos el reloj y toda su música predilecta. También la biblioteca . Se lo había prometido frente a las rocas, después de quemar sus cartas y besarse las manos con renovado fervor. Cuando hubo convertido todo en cenizas respiró en paz. No lo harían más estúpido, no volverían a traicionar su ingenuidad. Tampoco sería más el que hacía lo correcto. No más. Vio el último atardecer con los ojos sucios de dolor y las últimas lágrimas. El mar reventó y surgió una sonrisa en su boca fría. Con el retroceso de la próxima ola, comenzaría otra vez.

8 comentarios:

Tristancio dijo...

Por sobre las certezas del personaje, el relato no deja de ser enigmático. Intenso, además, con un lenguaje que hace de las imágenes su mejor arma...

Las historias que cuentas, en cambio, algunas veces, me dejan interrogándome... lo cual, dependiendo del ángulo que se mire, puede ser una virtud.

Saludos (con café... pendiente).-

Anónimo dijo...

me costó entender la historia, pero era como de algo malo a algobueno... de poder renovarse de algo k pasó...

:$ sorry entendi poco.. :/

Eduardo!™ dijo...

Es increible como me hiciste incursionar a traves del relato. Me sentía parte del suceso, de como las llamas lentamente esfumaban la cedula de identidad, y luego interpretar los sentimientos interiores del personaje desde mi perspectiva.
Me han gustado muchos tus relatos, me parece que tienes una excelente virtud literaria, y es valioso encontrarse con este tipo de blogs (ya son muy pocos los que incursionan en este recurso colectivo). Pasare más seguido por estos lados para dejar mis opiniones al tanto de lo que escribes.
Saludos...

Anónimo dijo...

Que sendero sugieres en este cuento para borrar de un suspiro los dolores amorosos. Lo seguiré, avanzaré en él y si no logro encontrar al final del camino el bálsamo para curar las heridas, por favor escríbeme otro cuento...

LUCY MORENA, DESDE UNA TARDE DE VERANO SIN NADA HORRIBLE QUE HACER... EN PROVIDENCIA,SANTIAGO.

Claudia dijo...

QUÉ MANERA DE NARRAR Y COMBINAR SITUACIONES CON SENSACIONES, SENTIMIENTO...SEGUIRÉ LEYÉNDOTE!

cabellosdefuego dijo...

qué puedo decirte. el fuego es mi fetiche, -ya lo había dicho- y no hay nada más mejor que escribir y leer la filosofía del fuego.
besos.

LoOla dijo...

Y yo que necesito un mar, el vuelco de una ola sueño con poder salir del seco Condado de las Palabras que No Llegan a Tiempo...

Saludos! LOOLA.

tierragramas dijo...

hermoso y breve. Muy bueno. Tiene esa atmósfera tan íntima que me gusta

mis felicitaciones

muy buen relato

Gracias por el comentario que dejaste en mi anterior relato. espero puedas volver a visitar mis letras


saludos