jueves, 7 de febrero de 2008

Querido Emilio






Querido Emilio:



Te escribo porque no puedo mirarte a los ojos, no puedo salir de mí misma nuevamente, no más. Estoy cansada, quiero olvidarlo todo, que tu sigas con tu vida y yo arrojarme a la mía, como me sea posible. Ya verás que podremos.

Ese martes, Emilio, me dolió que me miraras con tanto desprecio. Si algo procuré hacer, durante estos dos años, fue cuidarte, quererte como nadie lo había hecho. Sé de tus abandonos. Conozco tu historia...y también comprendo mis propias carencias. Espero que algún día me puedas perdonar. Imagínate cómo fue para mí cuando me entregaron el examen, la mirada fría e indiferente de la enfermera, las paredes sucias del hospital. Estaba sola, quería gritar, encontrarte, pero retenerte. Incluso, pensé que habías sido tú, pero rápido me dije que no...no, tú jamás me habrías hecho algo así. Entendí, de inmediato, que debía llamar a Antonio y preguntarle todo. Lo que sigue lo conoces bien, no es necesario repetirlo, por tu bien, por el mío. Tal vez hayas llamado a tu amigo, quizá buscaste venganza, pero tampoco es su culpa. Quiero hacerme cargo de todo y que entiendas que si a alguien debes responsabilizar de todo esto es a mí. Yo lo busqué, yo me enamoré perdidamente de él y quise todo lo suyo, incluso su enfermedad.

Lo único que quiero, Emilio, es que me perdones, que aunque no me abras la puerta, puedas volver a contestarme el teléfono. Quisiera hablarte, abrazarte, acompañarte. Como me lo gritaste, con lágrimas en los ojos, yo también me marchito por dentro. Te necesito más que nunca. Sabes de sobra que yo estoy más sola en este mundo que tú.



Te quiere,



Adriana.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

wow.. que fuertes palabras... ya me dio susto eso... pero bueno el amor hace tonteras y a veces se vuelve ciego.. pobre de adriana.. ojala emilio esté bien

Anónimo dijo...

una historia de soledad, de desamor, de sufrimiento, de pasion, de dolor...
y solo tu sabes contarlo con esa maravillosa pluma azulada, o serà plateada?

un besito con mucho cariño y admiracion.

Eduardo!™ dijo...

Escribes muy bien, tus palabras siempre dejan algo que decir de la forma más plena e impactante. Una vez que termino de leer tus relatos siempre tomo al menos unos segundos de reflexión personal; es increible el impacto que producen.
Hay ocasiones en que el amor quizás produce algunas desolaciones imposibles de saldar, y que de alguna forma nos hieren y nos envenenan con el cuchillo oxidado. Va a ser dificil volver a los tiempos pasados, esa relación tuvo un percance muy crudo e impactante.
Saludos.

Udo dijo...

Que entereza la de Adriana; ojalá y los hombres fuesemos igual de fuertes que las mujeres.
Que fuerte también es el amor, un gran ejemplo el de esta mujer, que a pesar del dolor, ha aprendido a amar.
Muy bello cuento.
Sal-udo.

Tristancio dijo...

Querido Manu:

He notado que el desamor, más que el amor, es el tema de tus relatos. Con las palabras justas, cuentas una historia intensamente amarga, triste. Pero aun así, hay sentimientos nobles... El desamor y la nobleza caben en pocas palabras.

¿Cuántas palabras se necesitan para una historia de amor (del buen amor)?

Esperaré tu próximo cuento...

Con cariño...
Tristancio.-

ALE dijo...

Q BUENA HISTORIA... Y QUE REAL SUENA TODO...!!! ME GUSTAN TUS CUENTOS... PORQUE LOS RELATOS SON BIEN "CRUDOS"... Q LLEGA A DAR PENA...

UN ABRAZOOO


ALE:)

LoOla dijo...

Pero, ¿llegó Emilio a leer esa carta? ¿O quedaron en los cajones como tantas otras? Es obvio que para mí la historia no termina en ese punto y final :)

bEsOs BrUjUlEtEs

Violeta z dijo...

Adriana ve canal 13 y Mega y nunca se enteró que existía el condón.
Yo compraré los míos para traerlos en mi cartera.. jeje

Violeta z dijo...

Bueno
seriamente hablando, me cuestiono un poco ese concepto de amor desde la abnegación. Amar todo de él, hasta su enfermedad (amar más al otro que el propio autocuidado?) pensar en uno es amar menos?
Es como si el amor de mujer tuviera ese componente sufriente, abnegado.
Me gusta cómo plasmas realidades en tus textos... Cuántas Adrianas viven angustias, cuánto ha aumentado el VIH entre mujeres heterosexuales, que visualizanm el amor desde la exclusividad y la fidelidad. Creo que hay que trabajar en profundidad deconstruyendo enclaves machistas en estas prácticas... Mmmmmmmmm
Da para largo, y para una conversa zorra junto al vapor de un rico café.
Te quieru
MZ